Traductor

jueves, 26 de noviembre de 2015

Platón

LA TEORÍA DE LAS IDEAS

representa el núcleo de la filosofía platónica, el eje a través del cual se articula todo su pensamiento. No se encuentra formulada como tal en ninguna de sus obras, sino tratada, desde diferentes aspectos, en varias de sus obras de madurez como "La República", "Fedón" y "Fedro". Por lo general se considera que la teoría de las Ideas es propiamente una teoría platónica, pese a que varios estudiosos de Platón, como Burnet o Taylor, hayan defendido la tesis de que Platón la había tomado directamente de Sócrates. Los estudios de D. Ross, entre otros, han puesto de manifiesto las insuficiencias de dicha atribución, apoyando así la interpretación más generalmente aceptada. La formulación tradicional Tradicionalmente se ha interpretado la teoría de las Ideas de la siguiente manera: Platón distingue dos modos de realidad, una, a la que llama inteligible, y otra a la que llama sensible. La realidad inteligible, a la que denomina "Idea", tiene las características de ser inmaterial, eterna, (ingenerada e indestructible, pues), siendo, por lo tanto,ajena al cambio, y constituye el modelo o arquetipo de la otra realidad, la sensible, constituida por lo que ordinariamente llamamos "cosas", y que tiene las características de ser material, corruptible, (sometida al cambio, esto es, a la generación y a la destrucción), y que resulta no ser más que una copia de la realidad inteligible. La primera forma de realidad, constituida por las Ideas, representaría el verdadero ser, mientras que de la segunda forma de realidad, las realidades materiales o "cosas", hallándose en un constante devenir, nunca podrá decirse de ellas que verdaderamente son. Además, sólo la Idea es susceptible de un verdadero conocimiento o "episteme", mientras que la realidad sensible, las cosas, sólo son susceptibles de opinión o "doxa". De la forma en que Platón se refiere a las Ideas en varias de sus obras como en el "Fedón" (el alma contempla, antes de su unión con el cuerpo, las Ideas) o en el "Timeo" (el Demiurgo modela la materia ateniéndose al modelo de las Ideas), así como de la afirmación aristotélica en la "Metafísica" según la cual Platón "separó" las Ideas de las cosas, suele formar parte de esta presentación tradicional de la teoría de las Ideas la afirmación de la separación ("khorismós") entre lo sensible y lo inteligible como una característica propia de ella. El dualismo sensible/inteligible Una de las primeras consecuencias que se ha extraído de esta presentación tradicional de la teoría de las Ideas es, pues, la "separación" entre la realidad inteligible, llamada también mundo inteligible ("kósmos noetós") y la realidad sensible o mundo visible ("kósmos horatós"), que aboca a la filosofía platónica a un dualismo que será fuente de numerosos problemas para el mantenimiento de la teoría, y que Aristóteles señalará como uno de los obstáculos fundamentales para su aceptación. Lo inteligible En cuanto a las Ideas, en la medida en que son el término de la definición universal representan las "esencias" de los objetos de conocimiento, es decir, aquello que está comprendido en el concepto; pero con la particularidad de que no se puede confundir con el concepto, por lo que las Ideas platónicas no son contenidos mentales, sino objetos a los que se refieren los contenidos mentales designados por el concepto, y que expresamos a través del lenguaje. Esos objetos o "esencias" subsisten independientemente de que sean o no pensados, son algo distinto del pensamiento, y en cuanto tales gozan de unas características similares a las del ser parmenídeo. Las Ideas son únicas, eternas e inmutables y, al igual que el ser de Parménides, no pueden ser objeto de conocimiento sensible, sino solamente cognoscibles por la razón. No siendo objeto de la sensibilidad, no pueden ser materiales. Y sin embargo Platón insiste en que son entidades que tienen una existencia real e independiente tanto del sujeto que las piensa como del objeto del que son esencia, dotándolas así de un carácter trascendente. Además, las Ideas son el modelo o el arquetipo de las cosas, por lo que la realidad sensible es el resultado de la copia o imitación de las Ideas. Para los filósofos pluralistas la relación existente entre el ser y el mundo tal como nosotros lo percibimos era el producto de la mezcla y de la separación de los elementos originarios (los cuatro elementos de Empédocles, las semillas de Anaxágoras o los átomos de Demócrito); también Platón deberá explicar cuál es la relación entre ese ser inmutable y la realidad sometida al cambio, es decir entre las Ideas y las cosas. Esa relación es explicada como imitación o como participación: las cosas imitan a las Ideas, o participan de las Ideas. Lo sensible Por su parte la realidad sensible se caracteriza por estar sometida al cambio, a la movilidad, a la generación y a la corrupción. El llamado problema del cambio conduce a Platón a buscar una solución que guarda paralelismos importantes con la propuesta por los filósofos pluralistas: siguiendo a Parménides hay que reconocer la necesaria inmutabilidad del ser, pero el mundo sensible no se puede ver reducido a una mera ilusión. Aunque su grado de realidad no pueda compararse al de las Ideas ha de tener alguna consistencia, y no puede ser asimilado simplemente a la nada. Es dudoso que podamos atribuir a Platón la intención de degradar la realidad sensible hasta el punto de considerarla una mera ilusión. La teoría de las Ideas pretende solucionar, entre otros, el problema de la unidad en la diversidad, y explicar de qué forma un elemento común a todos los objetos de la misma clase, su esencia, puede ser real; parece claro que la afirmación de la realidad de las Ideas no puede pasar por la negación de toda realidad a las cosas. La jerarquización de las Ideas Las Ideas, por lo demás, está jerarquizadas. El primer rango le corresponde a la Idea de Bien, tal como nos lo presenta Platón en la "República", aunque en otros diálogos ocuparán su lugar lo Uno, (en el "Parménides"), la Belleza, (en el "Banquete"), o el Ser, (en el "Sofista"), que representan el máximo grado de realidad, siendo la causa de todo lo que existe. A continuación vendrían las Ideas de los objetos éticos y estéticos, seguida de las Ideas de los objetos matemáticos y finalmente de las Ideas de las cosas. Platón intenta también establecer una cierta comunicación entre las Ideas y, según Aristóteles, terminó por identificar las Ideas con los números, identificación de la que sí tenemos constancia que realizaron los continuadores de la actividad platónica en la Academia.

jueves, 19 de noviembre de 2015

¿Cando aparece a Filosofía?

 A orixe da filosofía foi unha cuestión controvertida ao longo da historia do pensamento. Polo xeral os filósofos gregos consideraron que a filosofía nace con Tales de Mileto alá polo século VII a. c., pero non se consideraba necesario explicar como se produciu ese surgimiento dunha nova forma de pensamento. Si parecía haber un común acordo en considerar a filosofía como a forma de pensamento racional por excelencia, é dicir, unha forma de pensamento que non recorre á acción de elementos sobrenaturales para explicar a realidade e que rexeita o uso dunha lóxica ambivalente ou contradictoria. É a partir da polémica que suscitan os filósofos alejandrinos durante o período helenístico cando a orixe da filosofía comeza a converterse nun problema. E será ao longo do século XX cando se comecen a atopar respostas explicativas da aparición do fenómeno filosófico. Para o noso obxectivo bastaranos considerar as dúas hipóteses máis difundidas achega da orixe da filosofía: aquela que sostén a orixe a partir da filosofía oriental, e aquela que fai da filosofía unha creación orixinal dos gregos, e que estudaremos a continuación.

A) A hipótese da orixe oriental.
Os defensores desta hipótese manteñen que os gregos copiarían a filosofía oriental, polo que a filosofía non podería considerarse unha creación orixinal do pobo grego. Os primeiros filósofos, sostén esta hipótese, viaxarían a Egipto e Babilonia onde adquirirían os seus coñecementos matemáticos e astronómicos; lonxe de ser os creadores da filosofía sería uns meros transmisores do saber oriental que, en contacto coa civilización grega alcanzaría un desenvolvemento superior ao logrado nos seus lugares de orixe. Esta hipótese mantivérona:

- Os filósofos alejandrinos. En polémica coas escolas filosóficas gregas, e co ánimo de desacreditarlas, os filósofos alejandrinos poñen en circulación a tese da orixe oriental da filosofía.
- Os pais apologistas cristiáns. Con intención polémica similar á dos filósofos alejandrinos, os primeiros pais apologistas do cristianismo, airean a hipótese da orixe oriental da filosofía, hipótese que posteriormente non será mantida pola filosofía cristiá occidental.
A cuestión que se debate é si existe esa suposta filosofía oriental. Si asimilamos a filosofía a un discurso racional entendido como a imposibilidad de recorrer ao sobrenatural para explicar os fenómenos naturais, e ao rexeitamento da contradición, resulta difícilmente sostenible a existencia dunha filosofía oriental. A cuestión que se suscita, pois, é a de determinar si esa astronomía e esas matemáticas orientais eran ou non eran filosofía. Os estudos sobre o tema parecen indicarnos que non, que a astronomía babilónica tendía a degenerar en astrología, é dicir, en arte adivinatoria; e que as matemáticas egipcias, lonxe de alcanzar o grado de abstracción necesario para considerarse ciencia, non superaron nunca o estadio dunhas matemáticas ou dun saber práctico, xerado ao amparo das necesidades de medición dos terreos logo de cada unha das inundacións periódicas do Nilo.

Que fai que sexa en Grecia onde se desenvolva a filosofía e non en calquera outra zona de oriente? Como explicar que, nunha civilización concreta, xérese unha forma de pensamento nova, en contraposición coas anteriores formas de pensamento? Cales son as súas características? E cales eran as características do pensamento anterior? Tanto os orientais como os gregos dispoñían dunha mitología e dunhas crenzas relixiosas similares. E a estrutura explicativa das mesmas é tamén similar. Un mito é un relato achega das orixes, unha narración, non unha solución a un problema; pode referirse á orixe do mundo, ou á orixe dun obxecto particular, ou dunha clase específica de animais, etc. Ao mesmo tempo que narra, sitúa ao home na realidade, asígnalle un papel, unha función, un sentido, polo que adquire tamén unha función social: facer inteligible a orde social.

Escritura jerogíficaLa existencia desta forma de pensamento está testemuñada en todas as civilizacións, e tamén, por suposto, na grega. De especial importancia para a comprensión da aparición da filosofía poden ser os mitos de Hesíodo que atopamos especialmente na teogonía. En todo caso, esas explicacións míticas achega da orixe, comúns a todas as civilizacións, posúen unhas características tamén comúns que contrastan coas características do pensamento filosófico: o recurso a entidades sobrenaturales para explicar esa orixe, e o recurso a unha lóxica ambivalente, permitindo que o mesmo elemento ou a mesma entidade compórtese xa sexa como un deus, xa sexa como un elemento natural, estarían entre as máis significativas. O rexeitamento destas características, será propio da filosofía. E tal rexeitamento non parece producirse na chamada filosofía oriental.

B) A hipótese da orixe grega.
Segundo esta hipótese a filosofía sería unha creación orixinal do pobo grego. Ímosnos/Ímonos a centrar nas explicacións de historiadores do século XX, das que destacamos

A explicación de J. Burnet. É a chamada tese do "milagre grego". Segundo esta hipótese a filosofía aparecería en Grecia dun xeito abrupta e radical como froito da genialidad do pobo grego. Esta hipótese prescinde dos elementos históricos, socioculturales e políticos, polo que termina por non explicar nada, caendo nun círculo vicioso: Os gregos crean a filosofía porque son xeniais, e son xeniais porque crean a filosofía. Mantena na súa obra "A Aurora da filosofía grega", (1915).

A explicación de F. M. Cornford. Defende a tese do desenvolvemento do pensamento filosófico a partir do pensamento mítico e relixioso. Segundo esta hipótese a filosofía sería o resultado da evolución das formas primitivas do pensamento mítico da Grecia do século VII antes de Cristo. Para Cornford existe "unha continuidade real entre a primeira especulación racional e as representacións relixiosas que entrañaba" de tal modo que "os xeitos de pensar que, en filosofía, logran definicións claras e afirmacións explícitas xa estaban implícitas nas irracionales intuicións do mitológico". Na súa obra "Da relixión á filosofía", (1912), Cornford explica como a estrutura dos mitos de Hesíodo na "Teogonía" mantense nas teorías dos primeiros filósofos, rexeitando estes soamente o recurso ao sobrenatural e a aceptación da contradición. Destaca a influencia educativa de Homero e Hesíodo na constitución e posterior desenvolvemento da civilización grega, e analiza tamén como algúns dos conceptos que serán fundamentais posteriormente na filosofía, [ moira (hado, destino), diké, (xustiza), physis, (natureza), lei, deus, alma, etc.] proceden directamente do pensamento mítico-relixioso grego.

A explicación de J. P. Vernant, na súa obra "Mito e pensamento na Grecia antiga", (1965), engade importantes elementos derivados do contexto sociocultural, político e económico da época para explicar como este paso do mito á racionalidad foi posible, e por que se produciu en Grecia en lugar de en outra civilización da época. A inexistencia dunha casta sacerdotal, a figura do sabio, o predominio da cidade, a transmisión pública do saber, a liberdade individual e o desenvolvemento da escritura, fan posible a posta en dúbida das explicacións cosmológicas e a súa sustitución por unha forma de pensamento que non entrañe a crenza e a superstición propias dos pensamentos mítico e relixioso. A estrutura do mito hesiódico (na "Teogonía") serve de modelo segundo Vernant a toda a física Jonia, seguindo a Cornford. Neste mito, en efecto, a realidade xérase a partir dun estado inicial de indistinción, por segregación de parellas de contrarios que interactúan ata acabar configurando toda a realidade coñecida. Existen pois tres momentos fundamentais no discorrer da narración:

1) Se parte dun estado de indistinción do elemento orixinario.
2) Del brotan, por segregación, parellas de contrarios.
3) Conforme a un ciclo sempre renovado prodúcese unha continua interacción de contrarios.
C) Conclusións
Agora ben, esta mesma estrutura atopámola nas explicacións dos primeiros filósofos jonios, pero neles tomou xa a forma dun problema: na filosofía o mito esta racionalizar. O mito é animista, máxico, recorre ao invisible como fundamento do visible, acepta o sobrenatural e o extraordinario. A cosmología dos primeiros filósofos modifica a súa linguaxe e cambia de contido: en lugar de narrar os acontecementos sucesivos, define os primeiros principios constitutivos do ser; en lugar de presentarnos unha loita de deuses ofrécenos un intercambio mecánico de procesos ou fenómenos naturais. Cales son as condicións baixo as que se produce este cambio?

Porta dos Leóns en MicenasPara Vernant, o nacemento da filosofía é explicable aducindo causas históricas e sociais. A inexistencia dunha casta sacerdotal en Grecia, dadas as características especiais da relixión grega, elimina a posibilidade de instaurar un dogma relixioso, así como a posibilidade de facer do relixioso un discurso pechado, accesible só aos que pertencen á casta sacerdotal; non hai, pois, secretos que ocultar. O sabio, que é á vez adiviño, poeta, profeta, músico, médico, purificador, curandeiro, pero distinto do sacerdote ou chamán das relixións orientais, e que ten o poder de ver e facer ver o invisible, divulga os seus coñecementos: o ensino oponse aquí á iniciación esotérica nunha doutrina. Os coñecementos divúlganse, desembarazándose así da figura do mago. A expansión da cidade, correlativamente ao auxe económico derivado do comercio fundamentalmente, supón o advenimiento do cidadán, circunstancia paralela ao nacemento e desenvolvemento da filosofía. A importancia do linaje deixa paso á prioridad da polis, da comunidade, o que adoita ir acompañado dunha organización política que reclama a publicidade. O saber é trasladado á praza, en plena ágora, sendo obxecto dun debate público onde a argumentación dialéctica terminará por predominar sobre a iluminación sobrenatural.

A filosofía, pois, aínda que enraizada no mito, termina por distinguirse del e por opoñérselle, polo que parece ser unha creación orixinal do pobo grego. O seu rexeitamento do sobrenatural, do máxico, da ambivalencia, son signos dunha racionalidad que difícilmente podemos atopar noutras formas de pensamento anterior.

jueves, 22 de octubre de 2015

A Filosofía na sociedade contemporánea


Os trazos da sociedade contemporánea
Pregunta polo papel da filosofia desempeña na sociedade contemporanea a luz da version moderada da teoria social da filosofia que acabo de propoñer, supon pescudar ante todo a estructura de tal sociedade. Tratase, por suposto, dunha magna quasteio. O primerio problema que se suscita repecto diso e de que si ten sentido suscitalo
Nn se acha hoxe, en efecto, "a sociedade" escindida en moitos grupos ca un dos cales mantén crenzas
filosóficas moi diversas e reacciona congruentemente de moi distintos xeitos fronte á filosofía? Non puxen xa en claro que parece haber cando menos tres diferentes "sociedades contemporáneas", cultivadoras cada unha dun tipo peculiar de filosofía
e, polo tanto, posuidora cada unha dunha distinta concepción achega do papel que a filosofía ten que desempeñar, ou pode desempeñar, nunha comunidade humana? Ou para referirnos ao caso máis obvio: é pertinente botar no mesmo saco a sociedade tal como funciona nos Estados Unidos de Norteamérica, e a sociedade tal como existe na Unión Soviética? Non será menester especificar con sumo coidado a que tipo de sociedade contemporánea estámosnos/estámonos referindo en cada caso?
É indubidable que hai entre as sociedades contemporáneas diferenzas ?e diferenzas fundamentais?. Pero insistir demasiado nestas correría un veo sobre un dos feitos máis trascendentales na época presente ?É probablemente un dos feitos máis trascendentales na historia enteira?: o feito de que, calquera que sexa a forma de sociedade elixida para o noso propósito ?a europea occidental, a norteamericana, a soviética, a india; as sociedades altamente desenvolvidas ou as escasamente civilizadas; as pequenas potencias ou as superpotencias? revelará, a pouco de ser escrutada, certos trazos básicos comúns a todas as sociedades contemporáneas. Como é probable que a tendencia á posesión de tales trazos intensifíquese nos vindieros anos, estimo que o tipo de relación hoxe día existente entre a filosofía e a sociedade persistirá a fortiori no futuro previsible.
Os trazos comúns básicos en cuestión son os seguintes: primeiro, e ante todo, a tendencia á unificación (coa súa secuela, a tendencia á universalización); segundo, a tendencia á masificación; terceiro, a tendencia á tecnificación. A continuación examinarei cada un destes trazos, pero sen esquecer un só instante que os tres áchanse de feito íntimamente enlazados.

jueves, 15 de octubre de 2015

Filosofía Científica

 A filosofía científica implica un sistema cognitivo  nos que as súas partes coinciden, ou que son compatibles, coas diversas ramas da ciencia experimental. O conocimiento filosófico do pasado foise restrinxindo a medida que medraba e se afianciaba a ciencia, quedando, en cambio, a posibilidade de integrar todo o coñocemento existente na forma utilizada polos realizadores dos antiguos sistemas filosóficos.

A síntesis do coñocemento é esencial, xa que existe unha diferencia importante entre coñecer e comprender, sempre que asignemos a palabra "coñecer" a simple dispoñibilidade de información parcial, mentras que asignemos a palabra " comprender" a integración de todos os coñecementos baixo a síntesis organizada, o sistema cognitivo

Filosofía e Ciencia


A relación entree a filosofía e ciencia xeneralmente concíbese de dúas maneiras. Nun caso,suponse ca filosofía debe ser enteramente compatible coa ciencia e que a deber tomar como referencia, sendo está a filosofía científica. Noutro caso, suponse ca filosofía debe ter vida propia sen responder a ningunha outra rama do coñecemento, a que podríamos denominar filosofía especulativa